En el Parque Agramonte, como muchos de los 8 de junio: Día del Abogado. Buen orador y agramontino por excelencia.
Tenía
pensado pasar un sábado como otro cualquiera; sin embargo, al despertar, me
puse a recordar cuántos 8 de junio disfrutamos
con una felicidad extrema y cuántos han pasado como hoy, con la rutina diaria.
Mi
hermano recibió mi llamada mañanera para felicitarlo porque hoy también es su
Día, él siguió el camino de la profesión de nuestro padre.
Resulta
que mi madre nos despertaba a mi hermano y a mí cada 8 de junio; antes, el Día del Abogado; ahora, el Día del Trabajador Jurídico.
Con
uno u otro nombre pasábamos la fecha muy bien; mi mamá, con esa intuición
femenina que le decía: "NO lo dejes solo en festejos así", no nos
dejaba dormir ni un poquitín aunque fuese sábado o domingo.