Me
conformo con recibir de mi hijo solo un poco de todo lo que le
quiero.
Me
conformo con el camino elegido por familiares y amig@s.
Me
conformo con l@s amig@s que mantengo estén donde estén, piensen
como piensen, si prima el respeto.
Me
conformo al darme cuenta que sirvo a alguien aunque este luego no
lo recuerde.
Me
conformo si ese alguien aparte de no recordarlo, después quiere
dañarme.
Me
conformo si ese alguien regresa y me pide ayuda de nuevo.
Me
conformo si dejo de saber de personas queridas porque han
olvidado mi presencia en sus vidas.
Me
conformo si quienes me rodean no reconocen mis esfuerzos.
Me
conformo si en los días que corren alguien prescinde de
escribirme un sencillo mensaje.
Me
conformo si sé que un (a) amig@ llama a otr@ porque para
localizarme olvidó mi teléfono.
Me
conformo con mis errores porque de ellos obtengo experiencias.
Me
conformo con mis aciertos porque de ellos vivo.
No me conformo
No
me conformo si paso por alto un día sin decirle a mi
hijo todo lo que le quiero.
No
me conformo con las pérdidas físicas de mi familia que
amo.
No
me conformo si algún amig@ me falta el respeto.
No
me conformo si a aquel que olvidó mis favores le negara
luego otro pedido.
No
me conformo cuando no olvido a ese que trató de dañarme.
No
me conformo si ese que se mantuvo alejado, regresa y lo
ignoro.
No
me conformo si no perdono a quien no reconoce mis
esfuerzos.
No
me conformo si quien reinicia sus mensajes no recibe mi
respuesta.
No me
conformo si a es@ amig@ olvidadiz@ me llama y no le respondo.
No
me conformo si recuerdo mis errores y trato de
justificarlos.
No
me conformo con vivir solo de mis aciertos.
Me conformo, en mucho, con vivir un poco más aunque me equivoque.
No
me conformo, en mucho, si no quiero vivir más por el temor a no
acertar de nuevo.