Me
ha resultado un tanto difícil escribir estas líneas. Confieso que las estoy
pensando desde ayer sábado 14 de diciembre cuando viví momentos muy especiales.
También confieso que lo pensé y lo pensé, ¿voy o no voy?
Doy
gracias por decidirme e ir a ese encuentro que con tanto amor organizaron
otros. Invitaron a los graduados en 1973 de ese Preuniversitario Álvaro Morell,
el del Casino, como le dijimos siempre y que quisimos y queremos tanto, también
a los que no se graduaron por diversas razones; no obstante, conformábamos ese
grupo inigualable, al menos para nosotros.
La
cita era para las dos de la tarde en el conocido CV Deportivo, años ha Tennis
Club, y otras yerbas…, también en las inmediaciones de ese Casino Campestre del
que los camagüeyanos tanto nos enorgullecemos. Fue una tarde bonita, hacía
mucho que no disfrutaba una así.