martes, 13 de enero de 2015

Deuda a medias



En los días que me iniciaba en el periódico.
Hace un año le prometí a Daicar Saladrigas González, directora del periódico Adelante, mi periódico, de Camagüey, que escribiría unas líneas por el aniversario 55 de su fundación, temporada en que cada quien se acercó a sus propias experiencias y fueron publicadas, todas de una manera jocosa y llenas de agradecimiento. No lo hice entonces porque estaba convencida de que las mías no gustarían tanto.
Hoy, 12 de enero, aunque quizá salga publicado el 13 por razones ajenas a mi voluntad, a 56 años del suceso me decido a hacerlo para este, mi blog, y a medias, ¿por qué?, Porque determiné no contarlo todo. Hay cosas que prefiero guardarme y otras olvidarlas. Estoy tratando.
De todas maneras recuerdo el primer Día de la Mujer que “celebré” junto a mis nuevos compañeros. Fue un encuentro muy bonito; sin embargo, a la hora de entregarme el regalo noté que lo pasaban de mano en mano hasta que Armando Boudet, el director, me lo entregó. Todavía no sé el porqué.
Lo cierto es que con apenas 29 años (1983) llegué a la calle Príncipe (Goyo Benítez No. 19), con muchas ilusiones, expectativas y deseos de hacer. Me ubicaron en una plaza de Correctora de Pruebas y ahí permanecí durante un año que me sirvió de mucho y hacía dúo con Carmen Martín (Carmitín) como le digo. Nos llevamos aún muy bien. Decidí transitar por el camino que quería al saber de otra de reportero desocupada y la pedí. Aunque con opiniones diversas, como: “Si le va tan bien por qué cambiar”. Me aprobaron y desde entonces es lo que hago.
En esa época no se utilizaba esa práctica de ahora, y que apruebo, de presentar a los jóvenes o nuevos trabajadores al colectivo. Una entraba e iba conociendo a las personas en el día a día. Ahora se tiene muy en cuenta el criterio de las nuevas generaciones, antes no tanto.
Debo mencionar a quienes me acogieron con mucha dulzura. Ellos fueron: Francisco (Paco) Varona, y Orlando Domínguez, ambos fallecidos. El primero, jefe de Redacción y el segundo, Corrector de Estilo. También José Gilberto Valdés, al frente del grupo que atendía los organismos y entidades de la Economía; Carlos Lacaba, el administrador y Diosdada Sagarra.
A este pequeño listado debo añadir al personal del Taller con Jorge Pérez como timonel, secundado por Orlando Caballero, Mario Cisneros (el avión), Miguelito Peña, Enrique Silva (Pupy), Elpidio Rodríguez (ya fallecido). No puedo relacionarlos a todos, quienes tuvieron a bien hasta aplaudirme la primera vez que bajé a sus predios.
De manera general otros mostraron indiferencia y a algunos no les gusté.
Cuando me ofrecieron atender a los organismos globales de la Economía, la Industria Básica, Sideromecánica…creí me caía el cielo encima. No sabía nada de aquello. Me mantenía informada, mas escribir de esos asuntos era otra cosa.
Tuve la suerte de que los encargados de esas instituciones en los diferentes niveles sí me acogieron con agrado y ayudaron tanto, que hasta clases magistrales privadas me ofrecían, claro está, yo se las pedía. Tenía que aprender de economía para escribir de economía. Así fue transcurriendo el tiempo y me enamoré de los temas.  
Especialistas como Emiliano Morales, René Carreño, Fernando Varona (Varonita), Salvador Rodríguez, Alfonso Zequerira y directores de las industrias Básica y Sideromecánica, en fin de todos y otros que me alargarían esta remembranza aprendí y pude salir adelante.
Más tarde, en 1985, creo, Valdés (siempre le dije y le digo Valdesillo), quien era el subdirector en ese tiempo, me asignó los sectores del Turismo y la Salud Pública, esta última hasta nuestros días.
Cuando uno cambia de trabajo las comparaciones no se hacen esperar. Yo me inicié en el Ballet de Camagüey, en un ambiente muy diferente, donde la sinceridad caminaba sola por los pasillos; luego estuve un año en el departamento de Educación para la Salud, que pertenecía al Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, y de pronto “caí” en el periódico donde me daba la impresión de que todo estaba inventado. Cada cual tenía su sitio, bueno, malo o regular, pero era el suyo, no había más espacio, al menos así me sentí.
Pasé unos tres años tratando de “sobrevivir”, ganándome mi espacio y estoy segura me mantuve allí porque me gustaba lo que hacía, pues al fin y al cabo salía a la calle a trabajar y olvidaba todo lo que dejaba entre esas paredes, hasta que llegaba a redactar y entregar.
Otilio Rivero dejó constancia con su lente de mi visita a la mina de oro de Guáimaro, con un grupo de ingenieros.
Sentía una felicidad infinita al conocer cosas nuevas. Supe de Minería y Geología. Bajé a una mina de oro en el municipio de Guáimaro, acompañada por ingenieros cubanos y de Azerbaiján, que pertenecía a la entonces Unión Soviética; he visto devolverle la vida a alguien a través de un trasplante renal, operaciones de cataratas, de cadera, y de tantas especialidades!!!!! y conocido a excelentes personas. En otra carrera esto es sencilla y llanamente imposible.
Tuve que hacer las veces de fotógrafa en el trasplante de riñón 500, en el hospital universitario Manuel Ascunce Domenech.
En el sector del Turismo me ocurrió lo mismo. Participé de ese proceso de la creación de su Ministerio; y de la Salud, con el perdón de sus trabajadores por este intrusismo, me siento parte. Fue cuando alterné con directores provinciales inteligentes y afables, como los doctores Jorge Rodríguez, Juan Navarro, Víctor Pacheco, Jorge Balseiro y otros. A todos me acerqué y de todos aprendí algo. El actual director, el doctor Fernando González, me recuerda a algunos de los mencionados. Le ofrece a la prensa la importancia que tiene.
Dentro de este ir y venir comenzó una etapa diferente en mi vida. En mi centro laboral encontré a Oriel Trujillo, mi esposo desde hace 28 años y padre de mi hijo ya con 25. No sabía que me exponía a tantas injusticias. Como él era el jefe de Información y mi jefe inmediato superior, no fueron pocos los contratiempos. Siempre quedaba relegada, él no me reconocía trabajo alguno para evitar acusaciones de nepotismo y la mayoría se desentendía; no obstante, me conformé con el reconocimiento o la crítica, porque al sacar nuestro trabajo a la luz estamos expuestos, de los lectores o de quienes estaban involucrados con “mis” organismos. Así de sencillo.
¿Si volviera atrás? Esa es una pregunta difícil. No sé si soportaría los tres primeros años y de no haberlo hecho, quizá, ni mi hijo fuera de su padre, si este no hubiera estado dispuesto a seguirme hacia otra parte.
La verdad, amo mi carrera. Gracias a ella he tenido a mi lado y entrevistado, a personas como: los Profesores Orfilio Peláez Molina (ya fallecido), Rodrigo Álvarez Cambras, Manuel Oliva, Sergio Vega y a diferentes ministros de la Salud Pública, Fernando Alonso (ya fallecido), Evelio Tieles, Adalberto Álvarez, Martha Jiménez, estos del ámbito cultural, y a otros con menos rango, para decirlo de algún modo, eso sí, importantes igual por lo que hacen y construyen cada día. En los días que corren he tenido el privilegio de entrevistar vía Internet a esos Hombres del Año, nuestros médicos y enfermeros que enfrentan la fiebre hemorrágica por el virus del Ébola en África Occidental. A todos ellos les debo el permanecer aquí, en mi periódico, ese, que a pesar de los pesares, forma parte de mi vida.
No estoy segura de que a Daicar le satisfagan mis recuerdos, pero así son los míos. Tarde le cumplí aunque fuera a medias.

14 comentarios:

  1. Hola amiga… indiscutiblemente vivimos una vida donde bien nos resulta imprescindible olvidar parte del camino pedregoso por el que hemos transitado. Al menos… ocasionalmente nos trazamos la meta y hacemos hasta lo imposible por lograrlo. Pero no por ello deja de ser parte de lo que somos hoy en día… y gracias a ciertos incidentes que deseamos olvidar nos convertimos en las personas que somos hoy. Gigantesca en su totalidad si nos referimos a ti, Cuqui.

    Indiscutiblemente más que bajar a las minas de oro en Guáimaro... has experimentado una excelente vida de oro. A lo grande… con mayúsculas todas!!! Ya sabía yo que corteza como la que te cubre se forja tal cual la de un cedro… vivido de experiencias miles. Un millón de gracias por compartirnos experiencias tan sentidas como estas, amiga. Cariños miles… que tengas un lindo día… llenas todas de detalles para contar mañana:))

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    1. Adanys, amigo: Buen análisis el tuyo, modestia aparte. Y sí hay incidentes que nos fortalecen aunque no sean bienaventurados. Si estuvieras a mi lado te darías cuenta de que lograste ponerme colorada. Muy lindas tus palabras.
      Las gracias las mereces tú por estar pendiente y también te envío miles de cariños con un lindo día añadido. Veremos qué encuentro en mi baúl de recuerdos para seguir contando y así encontrarte por aquí desde la orilla de tu mar!!!!

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  2. Cuqui: Nadie se puede poner bravo. Esa es tu experiencia. Yo tuve ingratos momentos en la búsqueda de información, olfatear una noticia, redactarla para nuestro periódico y, al final, por "arbitrariedad" del entonces jefe de información, que no era Oriel, no se publicó, sin embargo, como colaboraba para Juventud Rebelde la publicaron en primera plana de ese órgano y a tres columnas. ¿Ves que todo el mundo ha pasado por malos momentos? Pero aquí estamos juntos y seguimos: !Adelante!.
    Enrique Atiénzar Rivero

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    1. Por supuesto Atiénzar, te doy la razón. Las anécdotas serían interminables, son tantos los años!!!!!!!
      Y lo mejor es eso, que seguimos aquí, juntos y pa'lante, o no, mejor, en nuestro !Adelante!

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  3. No tienes nada que agradecerme Cuqui, sino que por el contrario… para eso estamos los amigos. Hoy en la mañana me pasaba justamente por "El caimán sin muelas" y le comentaba precisamente lo sentido de sus palabras en el artículo. Tanto así que igual no deparé en detalles y me detuve a comentar… salvo para entonces, no tenía la menor idea de que Irma fuese tan cercana a ti.

    Lamento mucho tu pérdida y la de todos los que de un modo u otro ya comienzan a echarle de menos. No en balde le comentaba a Enrique –sin tener el mínimo placer de haber conocido a Irma- el lío en que se habían metido los ángeles con tanta competencia de por medio. Con razón esa necesidad de pasarte por la orilla de esta mar –que ya es tan tuya como mía- en busca de brisas reconfortantes. Tal cual hago yo… y reflejo de algún modo en “Luz no solo en ruso!!!”

    Sin duda alguna… sí que era especial y de algún modo lo sigue siendo para todos los que tuvieron oportunidad de vivificar el mínimo instante junto a ella. Basta solo leer a Enrique para percatarnos de todo lo que se le ha escapado a la humanidad con su partida. Me apena mucho el no tenerte cerca y reconfortarte con un fuerte abrazo, amiga… que de igual modo, no dejo de mandarte cibernéticamente.

    Saludos y abrazos miles… un poco distante… pero estoy aquí. Cuenta conmigo para lo que sea.

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  4. Adanys, amigo, qué decirte. Muy lindas las cosas que dices.
    Hoy he pasado el Niágara en bicicleta (en buen cubano) para entrar al blog y luego responderte. La conexión se ha portado mal, diría que muy mal.
    No lo dudes siquiera, lo ángeles tienen ahora mucha competencia, eso es innegable. Irma era una persona tan especial!!!!
    Por eso ya entiendes el porqué de esa visita a la orilla de tu mar que agradezco me lo ofrezcas como mío.
    Entraré a "Luz no solo en ruso", aunque ahora no, me es imposible, creo se me acabaría la paciencia por tanta espera. El navegador me está sacando de quicio.
    Tu abrazo, pese a ser cibernético, me llegó y muy fuerte. Así es que te agradezco por eso y también por poder contar contigo!!!!!

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  5. Cuqui, amiga… en realidad solo intento plasmar lo que siento de la forma más sana y elocuente posible… me alegra muchísimo que te guste lo que escribo. Gracias miles por ello. Igual no te preocupes por las conexiones en Internet… últimamente a muchos nos va así de mal con el dichoso navegador. Aquí donde me lees llevo más de un mes sin beberme las botellas de Leydi y es algo -tal como debo publicar la semana próxima- que me inquieta, y créeme, mucho. Pero bueno… ya eso es algo que lamentablemente no depende de nosotros y Wordpress ni el Google nos resolverán el problema.
    Lamento inmensamente… del mismo modo que te comentaba con anterioridad, tu pérdida y ojalá que existiese hasta algún imposible al alcance de la mano que nos permitiese tenerle cerca –en vida- aquí, en nuestro mundo de los vivos… Gente como Irma son las que necesitamos para sostener nuestro mundo. Ahora entiendo por qué ese intento de refrescar a la orilla de mi mar, ahora, muy nuestra. Por cierto… no tienes nada que agradecerme… para eso estamos los amigos. Mis cariños.

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    1. Adanys, amigo, y te digo que lo logras y nada que agradecer.
      Esperemos por una mejora en esto de la navegación. Seamos optimistas.
      Aunque no lo creas desde la distancia me haces bien, siento un amigo y sincero, así es que puedes estar tranquilo por esa parte.
      Mil gracias porque ya tengo un pedacito en la orilla de tu mar, aunque me digas no tengo que agradecerlo...Claro, así somos los amigos y para eso estamos, mis cariños

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    2. Así mismo amiga, Cuqui… tal como reflejan cada una de tus palabras. Indiscutiblemente esto de sentirnos cerca –bien sea cibernéticamente- nos hace bien a los dos. Me alegra muchísimo de igual modo sentirme amigo y de los buenos –de esos que bien poco quedan por ahí- y ocupan un espacio del que tú te las ingenias para invadir sin proponértelo, y créeme... a lo grande… y de lo que me enorgullezco inmensamente. Abrazos y cariños miles… que tengas un lindo día.

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  6. Mil gracias de nuevo amigo. También me enorgullezco de tu amistad. Eso no ocurre todos los días, puedes apostar. Te deseo un feliz lunes y más, que la semana te premie con éxitos y alegrías!!!!!!!

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    1. Dónde estás amiga??? Por dónde andan esas vivencias que no logro encontrar ni en pleno intento de huellar tus recuerdos??? Echarte de menos no es reconfortante… anímate y dedícanos un ratito… si puedes claro está. Saludos y abrazos miles… que tengas un lindo día.

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    2. Adanys, !Qué lindo amigo, se ve que me extrañas!!!!, eso hace que me comprometa a no abandonar este espacio. Lo quiero mucho y no lo dejaré solo que debo inspirarme un poquitín y al parecer me ha faltado eso.
      Claro que puedo y dedicaré un ratito como me pides. Gracias mil y también te deseo un lindo día!!!!

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  7. A pesar del tiempo transcurrido de tu deudaa medias, está muy bueno, en un periodista la honestidad es muy importante y tu lo has demostrado, no has escrito para complacer, sino, para contar lo que vale para tí, tu VIDA, que como todas es blanco, negra, gris y a veces rosa, gracias amiga por estar y SI, tienes un espacio dentro de la Salud que yo atrevidamente te estoy dando

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    1. Sarah, amiga, te agradezco tus palabras, lo sabes. Sé que la sinceridad para ti vale y mucho, pero, ¿sabes algo?, lo que más te agradezco es ese espacio que atrevidamente me ofreciste en la Salud, ¿ves?, esas son las cosas por las que vale la pena mi carrera. Gracias de nuevo.

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