Hace unos años, no tan lejanos ni tan cercanos, visité La Habana en compañía de Orielito mi hijo, desandamos a pie, como turistas aventajados buena parte de la capital, por supuesto, junto a Grétel, mi hija-sobri y Danielito, su heredero, quienes allá residen.
Uno se acerca, casi las toca..., ¿entonces?, se mueven con esa delicadeza casi imperceptible, pero de pronto a la inmovilidad de nuevo, eso sí, en otra posición.
Pepe Rivera, el santiaguero. Dice su tarja que nació en Santiago de Cuba, eso sí es posible, mas ¿en 1920?, no, no, no, desde esa fecha así, no...