Razón
tuvo Félix Varela cuando expresó: “Si conducimos a un niño
por los pasos que la naturaleza indica, veremos que sus primeras
ideas no son numerosas; pero sí tan exactas como las del filósofo
más profundo. Hablemos en el lenguaje de los niños, y ellos nos
entenderán”. Al encontrarme
con esto, por azar, recordé lo que hoy comparto.
Me
contaba mi padre que su hermano René, a quien le decíamos Nené,
nació en marzo de 1918, ahora no recuerdo el día exacto, y mi tía
Celita, el 19 de mayo de 1919, ella tiene unos lindos 97 años. Le
decían la niña porque de ocho hermanos, hasta su nacimiento
ya eran cuatro varones y ella era la única hembrita.
Vivían
entonces en el reparto La Zambrana, de la ciudad de Camagüey, y
entre las tantas historias de una familia, muy bonita para mi gusto,
les cuento esta.
Celita
permanecía en su cuna, era muy pequeñina, y mi abuela le encomendó
una tarea a mi tío Nené: “Ve y dale una vuelta a la niña”.
Él
partió raudo y veloz, creo que hasta se sintió importante, tan
pequeñito, casi igual que su hermanita, había recibido una orden
vital.
Fue
hasta el cuarto, estuvo un ratico junto a Celita y al parecer nada
especial ocurría, pero para sorpresa de mi abuela Nené regresó y
le dijo muy preocupado: “Mamá, la niña tá jeringá”.
MI
abuela corrió a ver a su hija, quién sabe todo lo que pensó
durante minutos, quizá segundos hasta llegar al cuarto, en efecto,
mi tío había cumplido al pie de la letra; se encaramó como pudo,
pues no alcanzaba hasta su hermanita, la cogió y le dio la vuelta,
así literalmente, y luego no pudo enderezarla, estaba hecha un
rollito, en una palabra: jeringá.
Jajaja. Amiga... te confieso que acabas de robarme la sonrisa más sincera e involuntaria del día. Sí que son ocurrente los niños… unos más que otros pero indiscutiblemente cada ocurrencia llega bien acoplada a la realidad de la que poco entendemos los tan complejos adultos.
ResponderEliminarEs bueno saberte de regreso!!! Pensé demorarías otro poco en publicar nuevamente. Ahora llegas para sorprenderme como quien no quiere las cosas y me alegro inmensamente por ello. Que tengas un lindo fin de semanas. Un fuerte abrazo rompe-huesos…
Qué bueno amigo que te provoqué una sonrisa, esa era la idea, ja ja ja. Con los niños nunca se sabe, esa es la realidad, siempre nos sorprenden.
ResponderEliminarGracias por lo que me dices, y sí, me propongo no perderme tanto. Igual para ti, un lindo fin de semana, con el siempre abrazo rompe-huesos...
Sí, Cuqui, me reí sin dejar de preocuparme. Pensé rápido en Alma y en Daniel, porque seguro, de encargar semejante tarea, el niño le hubiera dado más de dos vueltas. Cariños.
ResponderEliminarEn efecto Yane, uno se ríe, pero las consecuencias pueden ser peores, en dependencia de los niños. Gracias mil por dedicarme un tiempo, que sé lo tienes bastante limitado. Mis cariños!!!
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