Mi padre, martiano y
agramontino hasta la médula, estaría muy feliz, eso sí, no le he llegado ni al
tobillo en la perfección de la palabra. Mi madre, consagrada, igual hasta la
médula, que lo garantizaba todo para que yo —entiéndase todos en casa—
conquistáramos nuestros sueños.
Sobrevino igual el sentimiento de gratitud a
mi familia creada. A mi esposo y colega, Oriel Trujillo Prieto, que me apoya y
entiende como nadie en mi profesión; a mis “niños” Gretel Vilató Mateo y Oriel Trujillo
Vilató, porque desde que nacieron me acompañan en este barco de mi existencia y
han vivido el día a día de mi carrera, y a mi otra hija: Raquel Rodríguez
De Nobrega (Raquelita) con la que me ha premiado la vida e igual insiste con optimismo en
que aún puedo continuar; sin olvidar a mi hermano Fefi, lector empedernido y crítico sincero.
A todos ellos, al resto de
mi familia que amo, a mis compañeros del periódico Adelante por soportarme
tantos años, a quienes desde el sector de la Salud Pública contribuyen a mi
labor cotidiana, aunque no ha sido el único que he atendido, pero sí el
de mayor tiempo y, sobre todo, a aquellos que me leen y hoy más allá de las
fronteras provinciales, gracias a las nuevas tecnologías, con la inclusión de
la redes sociales, por seguirme con respeto y para quienes trabajo, dedico este
reconocimiento.
A todos, mil gracias y a la manera de José Martí: “La gratitud, como ciertas flores, no se da
en la altura, y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes”.
Mi amiga y profesora, te mereces ese premio y mucho más, por tu manera de hacer ese periodismo noble, y con la virtud del sacrificio.
ResponderEliminarMil gracias por tu opinión Yahilyn, es que van cayendo los años, ja ja ja, y con eso de profesora te digo algo, respeto mucho el magisterio y la verdad, no es mi fuerte, mis cariños!!
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