Pipo: es tu Día

En la foto, mi padre un 8 de junio, Día del Abogado, se dirigía a sus colegas en el parque Agramonte, de Camagüey.

Hay ocasiones en que pienso mucho qué escribir y qué decirte. Hoy no ha sido así, pero me propuse hacerlo con optimismo y con buenos recuerdos. No es justo que pase por alto este Día de los Padres, cuando a ti no se te escapaba una fecha importante que estuviera relacionada con la familia o tus amigos.

Por eso creo siempre estoy pendiente de las personas que amo, tanto de la familia como de los amigos y amigas. Dice Doris Vasconcellos Vilató, mi prima y amiga a la vez, que soy la relacionista pública de la ralea.

Eres, como siempre en presente, una persona optimista, por eso, creo, gozaste de una felicidad incalculable en cada etapa de tu vida. Yo no lo soy tanto como tú, más bien me considero término medio.

He escrito varias cosas sobre ti y la linda relación que mantuvimos siempre. Por eso llevo a los lectores hasta estos enlaces: http://bit.ly/SYZ7Ir, http://bit.ly/1p5qIUH, http://bit.ly/1kWraU3, http://bit.ly/1vnExjg, http://bit.ly/1kDOtgF, y así compartirán conmigo y nos conocerán un poquitín si no los han leído antes.

Son muchos los recuerdos y siempre pensé que eras inmortal y claro que lo eres. De hecho un mes antes de morir me dijiste: “No te preocupes, dondequiera que esté voy a estar bien”.

Te cuento que Orielito, tu nieto no se parece físicamente a ti, eso lo sabes, pero en sus costumbres y comportamientos es asombroso su modo de ser. Cumple en sus dos orquestas como mismo tú lo hacías en tu Bufete Colectivo u otras responsabilidades que tuviste. Y si se trata del gusto del deporte, por Dios!, ¡cómo se parece!. Ahora mismo con la Copa Mundial de Fútbol es incansable. Cada uno de sus raticos libres se los dedica con pasión.

Hasta en las posiciones que adopta para dormir, manías a la hora de colocar ciertas cosas, en fin…me trae recuerdos de tu personalidad que me enorgullecen, además.

En enero del 2015 hará ¡10 años! que no estás conmigo, ¡cuánto tiempo!

De todas maneras doy gracias a la vida porque nos tuviste tarde a mi hermano y a mí —pasados los 44— y viviste 97 con mucho amor para dar y mucho amor para recibir. Esa es una fortuna incomparable. Que tus hijos te hayan querido como nosotros, que yo te cerrara tus ojitos diciéndote al oído todo lo que te amábamos, es un privilegio que no todos tienen, ni todos vamos a tener. Uno nunca sabe.

Hoy te doy un beso y un abrazo grande, a ti mi padre querido, al Dr. Rafael Ángel Vilató y Labrada, tan doctor y tan sencillo, a veces demasiado. En cualquier rinconcito que estés, ya acompañado de mi Mima, quiero que sepas algo: a los dos les agradezco tanto y los extraño todos los días de mi vida. Me haces mucha falta. Te quiero!!!!!!!!